viernes, 27 de febrero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ" (1939) VICTOR FLEMING


Es sin lugar a dudas el clásico entre los clásicos y la película que más y mejor habla de cine, reuniendo todas las virtudes del séptimo arte. En las controvertidas listas de los cien mejores filmes de la historia, se encuentra invariablemente ocupando los primeros puestos, y es que el poder de sus imágenes sigue atrapando, la fuerza de sus interpretaciones sigue sorprendiendo y la magia de su música sigue hechizando como una llave que abre la puerta a la fábrica de los sueños. Una obra maestra absoluta amada por millones de personas, que hizo historia desde el momento de su estreno, fruto de la colaboración de algunos de los mejores talentos del Hollywood de la edad dorada, bajo la batuta del productor David O´Selnick, máximo responsable del proyecto. La producción del filme se convirtió en una obsesión personal para O´Selnick, volcando en ella los mayores esfuerzos y toda su experiencia en el mundo del cine. Su visión comercial convirtió a la película en uno de los estrenos más esperados de la historia, gracias a una hábil maniobra publicitaria con la que se lanzó a la búsqueda de la protagonista por todos los estados de América, haciendo que toda la industria y prensa especializada hablase del filme durante todo el rodaje.

Para el codiciado papel de Scarlett O´Hara se realizaron pruebas a casi todas las actrices de entonces, no hay más que fijarse en la lista de ilustres damas que aspiraron a interpretar al personaje: Lana Turner, Susan Hayward, Frances Dee, Joan Bennett, Joan Crawford, Bette Davis, Katherine Hepburn, Jean Arthur, Joan Fontaine y Paulette Godard entre otras. Esta última estuvo a punto de pisar "la tierra roja de Tara", pero un inesperado giro de los acontecimientos decantaron la balanza por una desconocida actriz inglesa llamada Vivien Leigh. El filme había comenzado a rodarse sin tener aún a la protagonista, las primeras escenas por motivos de producción fueron las del incendio de Atlanta. Durante las tomas, se cuenta que el hermano del productor se acercó a este con Vivien del brazo aureolada por las llamas, diciéndole "Genio, aquí tienes a tu Scarlett". Cierta o no la anécdota sirve para alimentar la leyenda de un título en el que todo forma ya parte de la cultura sentimental del siglo XX. Lo cierto es que después de ver el soberbio recital de Vivien en la película, cualquier otra Scarlett es impensable. Pocos personajes han quedado tan asociados a una actriz, despertando una fascinación tan poderosa como este.

Lo mismo puede decirse del único Red Butler imaginable, imposible encontrar un actor que encaje mejor con el carismático cinismo del personaje que Clark Gable. Sin embargo Gable aceptó el papel poco menos que obligado por su productora, la Metro Goldwyn Mayer, que quería a toda costa buscar su participación en el que era a todas luces el mayor proyecto realizado hasta la fecha. En una encuesta lanzada a la opinión pública, los espectadores eligieron a Gable por votación popular, pero el actor se negaba a interpretar a Red alegando que la novela era un éxito tan grande que el público tendría una idea preconcebida del personaje, lo que sin duda le haría fracasar. Además tenía claro que su papel estaría supeditado al de la protagonista, alma absoluta de la historia. Para convencerlo la Metro le ayudó costeando los gastos de su divorcio, para que pudiera contraer matrimonio con la mujer de su vida Carole Lombart. Tras el estreno su magnífica creación de Red Butler le hizo ganar la inmortalidad, afianzando su posición como el mito masculino por excelencia.

Junto a la pareja protagonista, otro dúo de lujo. La encantadora Olivia de Havilland obtuvo un triunfo personalísimo, con su interpretación de Melanie Hamilton. Pocas actrices hubieran podido dar tanta profundidad a un personaje en principio tan plano, al que sin embargo Olivia dotó de calidez y personalidad, sin desposeerlo de las cualidades presentes en la novela. Para el personaje de Ashley, el amor imposible de Scarlett, se eligió al formidable Leslie Howard, que con su talento salvó uno de los principales lastres de la película, ya que el actor británico de 46 años era demasiado mayor para interpretar al juvenil y soñador Ashley Wilkes. Howard se mostraba reticente a participar en la película, declaró que con su peluca rubia le harían parecer "el portero gay de un club londinense". Selnick se comprometió en convertirle en productor de su siguiente filme como protagonista "Intermezzo" junto a una reciente llegada llamada Ingrid Bergman, entusiasmado con el proyecto, confirmó su participación en el filme.

Aunque la película está firmada por Victor Fleming, el director inicialmente elegido fue George Cukor, amigo personal de Selnick y experto en la dirección de actrices, pero parece ser que el estilo artesanal y delicado de Cukor disgustaban profundamente al productor que pensaba le restaban ritmo y vistosidad a la cinta, ocasionando su despido. Fleming rodó aproximadamente un 50% del filme, siendo concluido entre otros no acreditados por Sam Wood.

El coste final del filme rondo los cuatro millones de dólares, convirtiéndose en la película más cara rodada hasta ese momento. Sin embargo recaudó cerda de 400 millones en todo el mundo, cifra que permaneció imbatible durante décadas. Aún a día de hoy si se ajustase la inflacción, seguiría permaneciendo como el título más taquillero de todos los tiempos.

El éxito de la cinta culminó en la ceremonia de los Oscar de 1939, logrando nada menos que diez estatuillas, récord absoluto que no sería superado hasta la llegada de "Ben-Hur" veinte años después. Entre los premios obtenidos se contaban el de mejor actriz (Vivien Leigh), mejor película, mejor director (Fleming), mejor actriz secundaria (Hattie Mc Daniel, primera actriz de color en ganar una estatuilla), mejor guión, mejor montaje, mejor fotografía en color, mejor decoración y mejor dirección artística. David O´Selnick recibió un Oscar honorífico fuera de concurso como productor.

Un título imprescindible para entender y valorar la magia del Cine...

martes, 24 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... MARÍA MONTEZ


Nunca fue nada parecido a una actriz... María fue la suprema Sultana del artificio y una de las reinas de la serie B americana. Su éxito se justifica únicamente dentro del contexto en el que se desarrolló su carrera. Ella y la Universal tiñeron de rabioso colorido la negrura de un Mundo en guerra, ayudando a soñar al espectador con reinos de fantasía iluminados por su belleza. Durante la segunda guerra mundial, el ciclo de aventuras arrevistadas de María fueron un elemento de evasión fundamental para el público de la retaguardia, concluyendo tan pronto la contienda dio fin.

Dominicana de ascendencia española, protagonizó inocentes espectáculos coloreados, llenos de americanos disfrazados de árabes teñidos de chocolate, desiertos de plástico y argumentos fotocopiados, en los que de forma invariable era acompañada por el simpático y diminuto Sabú, el fornido Jon Hall y el exótico Turhan Bey. Los roles de sus principales títulos hablan por si solos... Fue la bailarina Scherezade de "Las mil y una noches", la princesa Tahia en "La salvaje blanca", la princesa Amara de "Alí Babá y los 40 ladrones", la reina Naila en "Sudan" y las gemelas Naja y Tollea en "La reina Cobra", una de las más delirantes de toda la serie e irresistible monumento Kitsch.

Le llamaron " La reina del Technicolor", ningún otro nombre más merecido, sin embargo lució mas hermosa que nunca en el filme en blanco y negro "La Atlántida", junto a su esposo Jean Pierre Aumont, donde era Antinea la soberana de aquella mítica civilización. Aparecía bella y clásica como una estatua, sin que su interpretación se notase por ningún lado. 


Una vez pasó la moda de sus aventuras exóticas fue desterrada a Europa, donde intentó una segunda carrera al reclamo de su antigua fama, pero su prematura muerte con solo 39 años truncó cualquier posibilidad. Falleció en la bañera a consecuencia de un fallo cardiaco, mientras se sometía a uno de los baños calientes que tomaba para controlar su peso. 


Hoy en día es poco más que un bellísimo rostro de tarjeta postal para coleccionistas, pero hubo un tiempo en el que su majestuosa belleza gobernó en la pantalla desde las cadenciosas notas de un cuento Oriental, creando un estilo que fue seguido por otras odaliscas del cine, entre ellas Yvonne de Carlo en sus inicios, la magnífica pelirroja Maureen O´Hara, o la seductora Debra Paget.

CON ACENTO ESPAÑOL... EL INESPERADO BOOM DE "EL ÚLTIMO CUPLÉ" (1957) JUAN DE ORDUÑA


A veces los mayores éxitos son fruto de un conjunto de afortunadas casualidades que hacen que de manera inesperada el público enloquezca con un fenómeno y lo sitúe en la historia por encima de otras consideraciones artísticas. Este es el caso de "El último cuplé" una de las películas más significativas e influyentes en la historia del cine español. Un filme que marcó un antes y un después, no solo para una mujer, sino que se alzó como un fenómeno sin precedentes en la industria española, haciendo que toda la cinematografía nacional se moviese en torno a su impacto durante más de una década.

Inicialmente nadie creía en las posibilidades de este folletín con la historia del cuplé como fondo. En los años cincuenta el cuplé era un género muerto y olvidado, con lo que el director Juan de Orduña anduvo mendigando por todas las productoras de la época buscando financiación para el proyecto. Hubo un intento de co-producción con Italia que no llegó a fructificar, por lo que finalmente se decidió a producir el mismo la película con la ayuda de su hermano, aunque cedería la distribución a Cifesa, que haría una auténtica fortuna ante el inesperado éxito de la cinta.

El guión debido a José Mª Arozamena, contaba con todos los tópicos del melodrama más desmelenado, desde la ascensión a la cumbre de la humilde muchacha convertida en estrella de la canción, hasta el descenso a los infiernos ante el fracaso personal de la mujer. Todo ello salpicado por más de una veintena de canciones, once de ellas interpretadas por la protagonista, que hacían avanzar la historia apostillando por lo general los sentimientos y pasiones planteados por el argumento.

El rodaje se realizó en Barcelona, utilizándose el escenario del Liceo en varias escenas y con la participación de sus coros en diversos números de la película.

Pero "El último cuplé" es ante todo el nacimiento de una estrella que alcanzó categoría de Mito. Vista hoy no se justifica su impacto sin la presencia de su protagonista Sara Montiel. Parece ser que para encarnar a María Luján, Juan de Orduña quería contar inicialmente con Juanita Reina, uno de sus descubrimientos cinematográficos, que rechazó el papel por considerarlo demasiado osado para su estilo e imagen pública. Posteriormente pensó en Imperio Argentina y Carmen Sevilla, pero seguramente ambas estrellas tenían un caché muy por encima del que Orduña podía ofrecerles por su participación en la película. Entre tantas conjeturas lo cierto es que había tenido un primer contacto con Sara Montiel en 1955, cuando esta había regresado a España con su madre para visitar a su familia. Sara vivía por aquel entonces en EEUU, donde había iniciado una breve carrera como co-star con títulos importantes como "Veracruz" (1954), pero en nuestro país era prácticamente una desconocida, desde que partió para México en 1950. Finalmente el director llega a un acuerdo con la actriz, aunque esta debe pagarse el pasaje hasta Madrid, ya que el dinero obtenido por Orduña es el justo para realizar la película.

Sara daría vida a la protagonista, pero no sería ella quién interpretaría los números musicales, para ello estaba previsto contratar a una gran cantante de aquellos años, según unos Concha Piquer, según otros Lilián de Celis, pero en el último momento la artista prevista se echó para atrás haciendo que Orduña le pida a la propia Sara que ponga voz a los viejos cuplés. Fue la locura...

El estreno se llevó a cabo en el madrileño Cine Rialto en Mayo de 1957 para cubrir la cuota de pantalla que exigía la exhibición de dos películas españolas por una americana, aquel año la expectación se centraba en torno a la película "Fantasía" (1942) de Walt Disney. Sin embargo de forma sorprendente desde su presentación la película obtiene un éxito clamoroso. Las mismas personas que acababan de verla por la tarde, se ponían en la cola para comprar entradas por la noche, haciendo que se mantenga en cartel durante un año entero, mientras que "Fantasía" ha de pasar a estrenarse en otro local. El presupuesto final del filme rondó los ocho millones de pesetas, solo en el local de su estreno llegó a superar los quince millones de recaudación y cerca de 150 millones de pesetas en todo el mundo, convirtiéndose en el filme más taquillero del cine español hasta ese momento.

Sara Montiel no pudo asistir al estreno al encontrarse de nuevo en Hollywood donde había contraído matrimonio con el director Anthony Mann. Se había marchado sin ninguna nostalgia de España. Lo único que recordaba de la película era la pobreza de medios con que fue rodada, la imposibilidad de repetir escenas por falta de celuloide, vestidos de papel y continuos parones en el rodaje con el fin de obtener financiación para poder terminar la cinta. Es su representante Enrique Herreros quién le pone al corriente del fenómeno a través de una conferencia telefónica. A su regreso a Madrid Sara es recibida en honor de multitudes, colapsando con su presencia el tráfico de la capital. A partir de entonces, nunca más regresaría a Los Ángeles, desarrollando el resto de su carrera en España con éxitosas co-producciones que no solo la convirtieron en la mayor estrella de habla hispana, sino que hicieron de ella una mujer muy rica, ya que la actriz llegó a percibir un millón de dólares de la época por cada una de sus participaciones en el futuro. Los siguientes títulos de la estrella harían la fortuna de los productores, siendo exhibidos con gran éxito en todo el mundo.

La inevitable censura de la época calificó al filme como "altamente peligroso". Los guardianes de la moral patria, empeñados en salvar las almas de los españolitos de a pie, consideraban el cuplé y sus letras llenas de dobles sentidos algo pecaminoso, así como la carnal imagen de la Montiel, que hubo de pasarse la película tapando muslos y escotes para que no retirasen la cinta, por no hablar de los famosos besos "a boca abierta" que la estrella propinaba a sus galanes. Incluso hubo de modificarse el argumento, ya que originalmente la protagonista, cansada y destruida terminaba suicidándose. Pero la censura no consintió tal cosa, ya que el suicidio era considerado un pecado mortal y un mal ejemplo moral, haciendo que muriese de un ataque al corazón ante el reencuentro emocionado con su público tras años de separación...

El impacto causado por la película trajo consigo un aluvión de títulos de idénticas características y un revival por "La Belle Epoque" que llegaron a colapsar la producción nacional. Todas las cantantes del momento incorporaron el cuplé a su repertorio desde Nati Mistral a Imperio Argentina, pasando por Marujita Díaz o Mikaela, hasta la mismísima Lola Flores haría un cameo como cupletista en "Las de Caín" (1957), interpretando "a su manera" el cuplé "Los amores de Ana".

domingo, 22 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... LANA TURNER


Sin duda alguna ella es "la reina del glamour"... Nunca fue una buena actriz, ni una gran personalidad, pero el magnetismo de su belleza hechizó a millones de espectadores durante décadas, convirtiéndola en una de las "sirenas" más fascinantes del Hollywood dorado. Su rostro perfecto, inexpresivo, su mirada hierática, seductora y poderosa, su pecaminoso cuerpo enfundado en un provocativo top blanco sirvió como ningún otro a los propósitos del cine negro en "El cartero siempre llama dos veces", donde fue una Cora inmortal capaz de llevar al asesinato a John Garfield y a cualquiera que se cruzase en su camino. 

Ninguna otra estrella fue capaz de dar tanto con tan pocos recursos, ni de llegar tan lejos sin necesidad de métodos. Lana fue el más claro ejemplo del "star quality", esa cualidad indefinible con la que se nace y que hace que la cámara se enamore de un rostro y se apodere de el, transformándolo en algo mágico al proyectarlo en la pantalla. 

Esa capacidad de impactar a través de la imagen, la convirtió en una inolvidable My Lady Winter para "Los tres mosqueteros" (mi Lana favorita), donde su máscara bellísima revistió al personaje de un atractivo mortal, un erotismo tan sofisticado que nos hace rendirnos ante una malvada de tal poderío, haciéndonos dudar si Dumas soñó con ella para dar vida el personaje de su famosa novela. Esas mismas cualidades, aunque con un tratamiento menos interesante adornaron un sin fin de títulos, en los que lo único que importaba era su magnífica fotogenia, arropada por espectaculares decorados, fastuosos vestuarios y magníficos elencos, como solo la Metro podía ofrecer en aquellos años. Lana se paseo por todos ellos sin despeinarse, con el porte de una diosa y la expresividad de una estatua, aunque bien es cierto que cuando se topó con directores interesados en explotar su magnetismo demostró mucho más de lo que se espera en un principio. En este sentido estuvo maravillosa como la actriz manipulada por Kirk Douglas en "Cautivos del mal", donde Minnelli le brindó su mejor papel, y en dos soberbias muestras del mejor melodrama americano "Imitación a la vida" y la escandalosa "Vidas Borrascosas" (Peyton Place) que mostraba las miserias de una ciudad de provincias aparentemente modélica, pero llena de secretos y doble moral.

Su vida privada fue igualmente intensa, contrajo matrimonio en siete ocasiones y recibió toneladas de publicidad cuando su amante, el gánster Johnny Stompanato fue asesinado a manos de su hija Cheryl. Las escenas de Lana declarando en el juicio hicieron correr ríos de tinta y lejos de perjudicar su carrera incrementaron su popularidad como madre sufridora, humanizando su figura de estrella inaccesible.

Como tantas viejas glorias terminó sus días en la televisión alimentando el reparto de infumables culebrones sobre sagas familiares, indignas de su fama de antaño. Murió víctima de cáncer a los 74 años, pero ninguna enfermedad es capaz de destruir los sueños, ni enterrar los mitos... Es por esto que su imagen de ninfa rubia, espléndida, imponentemente hermosa sigue brillando con idéntica fuerza en el Olimpo eterno de las Diosas del Cine

sábado, 21 de febrero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "VUELVE A MÍ" (1949) CHARLES WALTERS


Este delicioso musical tiene ante todo el mérito de volver a reunir a Astaire y Rogers diez años después de su separación, y nos regala la oportunidad de ver bailar a la mítica pareja por última vez en la pantalla.

En un principio fue concebido como vehículo para Fred y Judy Garland, que habían obtenido un éxito formidable con la maravillosa "Desfile de Pascua" (1948), dirigida igualmente por Charles Walters, pero una de las habituales recaídas nerviosas de Judy complicó su participación en el proyecto, por lo que alguien tuvo la feliz idea de pensar en Ginger para reemplazarla. Dicha elección fue muy celebrada ya que constituyó un encuentro único para mitómanos, demostrando que la química de la pareja seguía funcionando a las mil maravillas. A lo largo de nueve inolvidables títulos en la modesta RKO durante la década de los 30, Ginger y Fred se habían convertido en la pareja de baile más popular del mundo y eran un icono del cine musical, pero en 1939 ella consideró que su talento era infravalorado por el de su compañero y decidió disolver el dúo para centrarse en su carrera como actriz, llegando a ganar un Óscar por su interpretación de Kitty Foyle en "Espejismo de amor" (1940).

Todo esto se vio reflejado de alguna manera en la película. Contaba la historia de un matrimonio de bailarines que sufre una crisis cuando ella decide cambiar de género y pasarse al drama, guiño autobiográfico que fue muy celebrado por crítica y público. Lo cierto es que ambos volvieron a estar inolvidables, juntos y por separado. Arropados por la soberbia maquinaria de la Metro y la magia del Technicolor, dieron lecciones de vitalidad y clasicismo a partes iguales. Ginger demostró una vez más su ductilidad como actriz de comedia y su talento como bailarina, flotando en brazos de Astaire que convirtió en inmortal su número en solitario "Shoes with wings on" (Alas en los pies), en el que realizó auténticas filigranas bailando con una decena de zapatos que se movían sin dueño, demostrando una vez más la capacidad para crear magia cuando se posee un genio único, lo que hizo que aquel año recibiese un Oscar especial por "su contribución al arte de la comedia musical", que le fue entregado por su inseparable compañera de tantos títulos.

domingo, 15 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... JENNIFER JONES


Si alguna vez hubo una carrera marcada por la pasión, esa fue sin duda la de la magnífica Jennifer Jones. No hay más que echar un vistazo a su galería de protagonistas clásicas... Fue la voluble y poco escrupulosa "Madame Bovary", la ambiciosa "Carrie" que lleva a la ruina a un maduro Laurence Olivier, la indomable Hazel de "Corazón salvaje", la caprichosa Ruby de "Pasión bajo la niebla", la romántica doctora Han Suyin de "La colina del adiós" y por encima de todas ellas la seductora Perla Chavez de "Duelo al sol", uno de los personajes femeninos más intensos que se han asomado a la pantalla.

Sin embargo sus inicios no pronosticaban tanta procacidad. Se dio a conocer como la pastorcita a la que se le aparece la Virgen de Lourdes en "La canción de Bernadette", logrando el Oscar a la mejor actriz de 1943. En la misma linea de ingenuidad rodó "Cartas a mi amada", " Desde que te fuiste", o la maravillosa "Jennie", una de las cumbres del romanticismo cinematográfico, donde aparecía etérea e irreal como un sueño.

Su relación amorosa con el productor David O'Selnick, máximo artífice de "Lo que el viento se llevó", fue piedra de escándalo en la época. Ella se divorcio del actor Robert Walker y el de Irene Mayer, hija del todopoderoso magnate de la Metro. Parece ser que David enloqueció de tal manera por la mujer y la actriz que abandonó todo para dirigir personalmente su carrera de manera poco menos que obsesiva. En adelante elegiría y mimaría cada una de las apariciones de su esposa influyendo con el fin de obtener los mejores papeles para ella, en ocasiones por encima sus posibilidades, especialmente en lo que se refiere a la edad de algunos de los personajes...

Su ultima aparición en la pantalla fue como una de las estrellas chamuscadas en "El coloso en llamas", aunque en la retina cinéfila siempre se la recuerde por otro fuego mucho más poderoso, el provocado por la tormentosa relación entre Perla y su Lewt (Gregory Peck), culminado a tiro limpio en la colina de "Duelo al sol" y fundido en un arrebatado beso de Amor y muerte... Inolvidable...

viernes, 13 de febrero de 2015

CON ACENTO ESPAÑOL... CARMEN SEVILLA



Poseedora de una belleza soberana y una simpatía arrolladora, fue en su juventud "la novia de España", la sonrisa más sana y feliz exportada allende nuestras fronteras. De la mano del popular tenor Luis Mariano se convirtió en una estrella cinematográfica de primera magnitud, gracias sobre todo a esas "Violetas Imperiales" con las que conquistó al público dentro y fuera de nuestro país.

Pero antes del encuentro con "el príncipe de la opereta", Carmencita llevaba rodadas ya seis películas como protagonista en las que había dejado entrever su excelente fotogenia, su espontanea manera de actuar y sus actitudes para el cante y el baile que la apuntaban como una de las favoritas de los años cincuenta del pasado siglo, formando junto a sus comadres y amigas Lola Flores y Paquita Rico "el triunvirato del Cine Folclórico" marca Suevia Films - Cesáreo González.

De todas ellas Carmen fue la que desempeñó un papel más moderno, quizás porque su físico y personalidad se alejaban un tanto de la imagen al uso... La que mostró un carácter más cinematográfico, viniendo a representar de alguna manera la versión cañí de las "vecinitas de enfrente" del cine americano.

Aunque hubo concesiones al folclore tradicional, como la gitanilla ciega de "Un caballero andaluz" o la dicharachera "Hermana San Sulpicio", siempre estuvo más cercana a la compañerita ideal, a la novia confidente que al temperamento pasional de Paquita o el arte racial de Lola. Como ella misma repite en su canción bandera, siempre fue aquella "Carmen de España" cristiana y decente, sabíamos que nunca sorprendería con hijos a destiempo ni amores "impuros". Carmencita fue la mayor representante de "la cara amable del franquismo" y como tal se la mimó tanto artística como socialmente. La imagen de esta "virgen oficial" culminó en su boda de rumbo con el compositor de moda, Augustó Algueró, nada menos que en la Basílica del Pilar de Zaragoza ante un baño de multitudes, que acudieron a ver a su ídolo hacer realidad un cuento de hadas, que terminó en pesadilla años más tarde.

Sin embargo ella supo transcender cualquier cliché impuesto, con algunas interpretaciones sorprendentes como la fogosa Catalina de "La fierecilla domada", uno de sus mejores títulos, "La pícara molinera" o la campesina Andrea de "La venganza" un Bardem que abogaba por la reconciliación nacional de las españas...

Su popularidad y belleza llamaron la atención de los americanos que la pasearon por la Meca del Cine a raiz del estreno de la coproducción "Aventura para dos" (Spanish Affair) y su participación en "Rey de Reyes" y "Marco Antonio y Cleopatra", rodadas en nuestro país, donde interpretaba a María Magdalena y Octavia respectivamente.

En los años setenta sorprendió a propios y extraños con un cambio de imagen arriesgado e impensable en la Carmen de antaño. Se sumó a la moda del destape participando en comedias y dramas pseudoeróticos de directores noveles con distintas inquietudes. La imagen de esta Carmen adulta causó furor durante toda la década, logrando algún triunfo personalísimo en títulos como "El techo de cristal" de Eloy de la Iglesia, "No es bueno que el hombre este solo" de Pedro Olea o "La loba y la paloma" de Gonzálo Suarez.

Se despidió del cine en 1978, para vivir una vida bucólica y pastoril junto a su segundo marido, el productor Vicente Patuel, pero la llamada del arte hizo presa en ella a través de una oferta televisiva. De nuevo obtuvo una inmensa popularidad esta vez a base de despistes en directo, pero por encima de todo blandiendo sus mejores armas, las de su ternura y simpatía, que la convirtieron en una de las favoritas del público durante otros veinte años en distintas cadenas, hasta que el Alzheimer la apartó para siempre de nuestro lado.

Aunque ella perdió la memoria, quedará fija en el recuerdo la imagen de aquella sonriente gitanilla que trenzaba su figura al son de una zambra, traspasando los corazones del espectador rendidos al compás de un cursilón romance musical.

jueves, 12 de febrero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "LA CONDESA DESCALZA" (1954) JOSEPH L. MANKIEWICZ



Una muestra más del talento inagotable de Mankiewicz y triunfo personalísimo de la sensacional Ava Gardner. Narrada en un largísimo flash back, cuenta la historia de una bailarina y actriz española a través de aquellos que la conocieron y amaron. Sin duda es la mejor película de Ava y uno de los papeles más identificados su personalidad. La intensidad y belleza de María Vargas, encajan como anillo al dedo en los huesos y el rostro de la estrella, convirtiéndose en la mejor interpretación de su carrera. Sin embargo la película fue escrita inicialmente para que Rita Hayworth diese vida a la protagonista, la actriz rechazó el papel alegando que tenía demasiados paralelismos con su propia historia... Ascendencia española, matrimonio con un aristócrata, búsqueda incesante de la felicidad en continuos escarceos amorosos... Curiosamente tras el estreno todo el mundo pensó que el personaje se basaba en el fogoso carácter de Ava y su predilección por España, imposible imaginar hoy día otra María que no sea ella.

Junto a la actriz un inmenso Humphey Bogart, en su eterno papel de hombre cínico y desencantado, no exento de ternura, interpretando al director de cine fracasado y ex-alcohólico con tal brillantez que lo convierte en un individuo tan real que casi se le puede tocar. Como en todas las películas de Mankiewicz el guión es magnífico y la dirección de actores soberbia, lo que hace que todos y cada uno de los que intervienen en la cinta ofrezcan lo mejor de sí mismos.

Una absoluta obra maestra de autor más al gusto europeo que americano, lo que hizo que la miopía de Hollywood la pasase por alto, concediéndole tan solo un Oscar al mejor actor secundario para el formidable Edmond O´Brien por su papel de agente sin escrúpulos. Obtuvo también una nominación para el mejor guión, que finalmente fue a parar a Philip Jordan por el western "Lanza rota".

HISTORIAS DE CINE... NATALIE WOOD SE SIENTE BONITA... CON LA VOZ DE MARNIE NIXON

La inexperta María de "West Side Story" (1961, Robert Wise), confiesa a sus amigas portorriqueñas lo exultante que se siente al conocer el amor por primera vez... Aunque Natalie fue doblada en la parte musical su interpretación está envuelta en una aureola tan mágica y espontánea que nos enamora irremediablemente... No así su "blandito" partenaire, el fugaz Richard Breymer, tan hermoso como insulso, a quién la actriz se come en cada plano con su encantadora interpretación.

Inicialmente Natalie interpretó las canciones del film, pero al tratarse de un personaje que vocalmente requería una gran técnica, los productores decidieron que fuese la soprano Marnie Nixon quién finalmente pusiese voz a María. La Nixon era experta en doblar a actrices poco o nada dotadas musicalmente. Entre otras fue la voz Deborah Kerr en las canciones de "El Rey y yo" y de Audrey Hepburn en "My Fair Lady". El director de "West Side Story", Robert Wise, le dio una de las pocas oportunidades de aparecer con su rostro en la pantalla interpretando a la "hermana Sofía", una de las monjas cantarinas de "Sonrisas y lágrimas", donde también se la encomendó interpretar el tema "Climb every montain", doblando en este cometido a la actriz Peggy Wood que daba vida a la Madre Superiora.

Cantante de excelentes cualidades, tuvo sin embargo que conformarse con grabar los temas de algunos de los musicales más emblemáticos de la época, sin tener nunca una trayectoria cinematográfica como tal, aunque su colaboración en la sombra en dichos filmes le hicieron ganarse el sobrenombre de "La voz de Hollywood".

Disfrutemos de su bonito registro y de la maravillosa Natalie Wood interpretando uno de los temas más populares del filme de Wise...


martes, 10 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... AVA GARDNER


Sus ojos, su boca, su cabello, su cuerpo felino... Toda ella estaba hecha para el amor... Su carnalidad era tan evidente que se podía tocar... Se diría que la propia Venus hubiese bajado a la Tierra para hacerse mujer, como decía el titulo de uno de sus primeros filmes, condenada a arrebatar a los mortales, luchando enconadamente por mostrar una sensibilidad vetada a su imagen de Diosa...

Ava fue la Venus de la pantalla, enorme, poderosa, absoluta... Pero además de ello fue una actriz apasionada mucho mejor de lo que ella misma se consideró nunca. En sus mejores interpretaciones supo transmitir una trágica verdad que fue su sello personal... Con su magnetismo levantó títulos que hoy en día no se justificarían sin su presencia. Lució como un precioso diamante en "El gran pecador", arrebatadora en "Pandora y el holandés errante" y "Forajidos", cautivadora como una pantera en " Mogambo", sensible y romántica como la mestiza Julie de "Magnolia" (una de mis personajes favoritos) y fascinante e incandescente en "La condesa descalza" su mejor película y monumento edificado a su personalidad. 

Aburrida de Hollywood y del modo en que era promocionada su carrera, se instaló en Europa y se dedicó a vivir de forma frenética y excesiva... Borracheras, amantes, fiestas... Huyendo quizás de si misma, explotando al máximo su insultante juventud, alimentando su imagen como piedra de escándalo... Llevando su historia al límite y al agotamiento...


Sin embargo, como corresponde a toda deidad, su belleza maduró espléndidamente, reflejando en su rostro la huella de su intensa vida, haciéndola aún más auténtica... John Huston supo sacar partido de todo ello en el ultimo título importante de su carrera, "La noche de la Iguana", donde aparecía como una matrona chabacana y decadente, de fogosa personalidad y lengua afilada, que una vez más solo buscaba que la amasen por encima de su historia.


Le llamaron el animal más bello del Mundo, pero por encima de cualquier cliché, Ava fue un Alma libre y frágil a la busca incansable de la felicidad, como lo era Maria Vargas en "La Condesa descalza", arrebatadora, indómita, consumida por su temperamento desenfrenado, sin poder evitar despertar la pasión a su paso... Y es que la Tierra no es para las Diosas, su lugar se encuentra en el espacio infinito, gobernando sobre las estrellas, protegiendo a los simples mortales de su fuego irresistible y abrasador...


lunes, 9 de febrero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "LA MUJER DEL AÑO" (1942) GEORGE STEVENS


"La mujer del año" fue la primera de las nueve películas que Tracy y Hepburn rodaron juntos, un filme delicioso centrado en la lucha de sexos, muy bien dirigido por el artesano George Stevens.

Desde que fue contratada por la Metro, Hepburn deseaba encontrar un vehículo en el que trabajar con el que era uno de sus ídolos, al cual consideraba un auténtico maestro. Cuando coincidieron por primera vez dentro del plató se cuenta que ella le comentó: "Sr. Tracy creo que soy un poco alta para usted..." a lo que él contestó: "No se preocupe, ya le pondré yo a mi altura..." Con esta genial cita comenzó uno de los mayores idilios que jamás conoció Hollywood. Una relación basada en un profundo amor y admiración profesional que se plasmó a lo largo de una serie de títulos inolvidables, representantes del mejor cine.

Sin llegar a la altura de otras grandes comedias de la pareja, nos encontramos con un filme magnífico, elegante y sofisticado, que tiene mucho de autobiográfico, en el los personajes encajan como un guante con los protagonistas. Hepburn como la periodista feminista, elegante y emancipada demasiado pendiente de sí misma, y Tracy como el rudo y sencillo cronista deportivo que le enseñará el placer de las cosas cotidianas... Dos caracteres completamente opuestos, que se atraen de manera irremisible. La película está edificada completamente en torno a la pareja, el entretenimiento es de primer orden y las interpretaciones extraordinarias, como era habitual en ambos.

Katherine Hepburn fue nominada para el Oscar a la mejor actriz, aunque aquel año Greer Garson y su "Señora Miniver" arrasaron en la ceremonia, acaparando todos los premios importantes.

En 1957 Vincente Minnelli realizó un remake titulado "Mi desconfiada esposa", protagonizada por unos magníficos Gregory Peck y Lauren Bacall en estado de gracia, que no le ando a la zaga en calidad al filme de Stevens.

sábado, 7 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... MARILYN MONROE


Es imposible ser original al hablar de Marilyn. Sobre ella se ha escrito más literatura que sobre ninguna otra figura... Ella es el mito entre los mitos... Su rostro bellísimo, su cuerpo perfecto, su timbre de voz dulce y cadencioso (se decía que era capaz de hacer sexy una nana) son un icono del séptimo arte. Y tras el mito una mujer frágil, insegura y... dependiente. Manipulada y maltratada por casi todos los hombres que pasaron por su vida. Aquella estrella deslumbrante y deseada, encerraba una dramática infancia marcada por los abusos de su padrastro y el hijo de una de las mejores amigas de su madre, que la precipitaron a un precoz matrimonio con tan solo 16 años. 
Gracias a su trabajo como modelo logró llamar la atención de los caza talentos de Hollywood, que le abrieron las puertas doradas del cine con pequeños papeles en comedias, algún drama negro y musicales de tono menor. A partir de "Niagara" su impacto fue tan grande que las cataratas del titulo pasaron a un segundo plano. Enfundada en un inolvidable vestido color cereza, pegado como una segunda piel, comenzó a cimentar su leyenda. 

"Como casarse con un millonario", " Los caballeros las prefieren rubias", "Río sin retorno", " La tentación vive arriba", "El príncipe y la corista", "Bus Stop", " Con faldas y a lo loco", "El multimillonario"... Así hasta una docena de títulos imprescindibles que culminaron en la crepuscular "Vidas errantes" de John Huston, encuentro para mitómanos con otros dos grandes de la pantalla, Clark Gable y Montgomery Clift.

En el ínterin otros dos matrimonios desgraciados y una multitud de amantes para paliar sus ansias de amar, hasta su aventura con John F. Kennedy que la llevó a la tumba... 


Su muerte precipitó una leyenda que ninguna otra actriz ha sido capaz de igualar, a pesar de que todos los estudios de Hollywood quisieron repetir su impacto promocionando a una galería de imitadoras, sin que ninguna de ellas alcanzase algo más que un impacto local. 


Nosotros siempre la recordaremos en su inmarchitable belleza... Melancólica... Con un blues en los labios, poniendo un beso en cada nota, una caricia en cada mirada y el Alma deshaciéndose en pétalos apasionados... Descansa en paz Norma Jean...

miércoles, 4 de febrero de 2015

CINE EN LA RETINA... EL ESCANDALOSO VESTIDO DE BETTE EN JEZABEL

La caprichosa y temperamental Julie de "Jezabel" (William Wyler, 1938) le hecha un pulso a su prometido y a la buena sociedad de Nueva Orleans, presentándose de vestida de rojo al baile en el que todas las jóvenes solteras debían ir de blanco inmaculado como símbolo de virginidad. Cuando siente el desprecio de sus amigos y vecinos por su provocativo gesto ya es demasiado tarde... Perdiendo su reputación y a su prometido.

El estilo con el que Wyler dirige la escena es formidable. El modo en que la cámara sigue los movimientos de la pareja a través del salón, la reacción de Bette al ver el rechazo de los elegantes invitados, el rostro impertérrito de Henry Fonda llevando el reto de su novia hasta las últimas consecuencias... Absolutamente inolvidable...

Bette ¡Eso te pasa por bruja!!!



lunes, 2 de febrero de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... JUDY GARLAND



Esta niña insegura (nunca dejó de ser ninguna de las dos cosas) constituye el mayor mito del espectáculo americano y una de los iconos inmortales del cine musical. Con su voz potente, de timbre único y apasionado nos llevó sobre el arco iris con más fuerza que el tornado que la elevó al Mundo de Oz... Judy daba la vida en cada canción, poniendo el alma del publico en pie. Es una de esas voces que con solo escucharla una vez se impregna para siempre y la más mínima estrofa de sus canciones nos la trae de vuelta con la misma fuerza y calidez. 

Pero además de ser una cantante fascinante, fue una magnifica actriz y bailarina. Su genio y temperamento únicos se mostraban en todo cuanto hacia... Paso de dinámica adolescente que jugaba a las bandas de música con Mickey Ronnie, su pareja en nueve títulos, a ser la figura femenina más importante del musical Metro, lo que equivale decir, del mejor musical clásico... "Cita en San Louis", "Desfile de Pascua" o "El Pirata" por citar algunos, son títulos fundamentales del género, necesarios para entender su historia y significado. La Metro la explotó hasta la saciedad, convirtiéndose en una de las inversiones más rentables del estudio y se deshizo de ella, cuando las consecuencias del agotamiento y los excesos a los que fue sometida calaron hondo en su frágil mente. 

Prematuramente envejecida se fue a la Warner para dar junto a James Manson, un estremecedor retrato del mundo del espectáculo que se convirtió en su mejor interpretación en la pantalla, la segunda y definitiva versión de "Ha nacido una estrella" (1954), imposible ver esta joya sin caer en la adoración absoluta por esta mujer pequeña y enorme al tiempo... 

Nos dejó con tan solo 47 años, víctima de una sobredosis de estupefacientes y se convirtió en leyenda... Como brillante legado quedó su hija Liza Minnelli, heredera de su talento y sus debilidades... Pero ella continúa flotando en el recuerdo con la inocente mirada de aquella niña, que con su perro Totó bajo el brazo y calzando unos chapines rojos, inicio un luminoso camino de baldosas amarillas rumbo a la inmortalidad...