sábado, 12 de diciembre de 2015

FILMOGRAFíA CLÁSICA... "BRIGADOON" (1954) VINCENTE MINNELLI


A pesar de su impecable factura y soberbio reparto, este encantador musical ha pasado a la historia como una obra menor del género y del propio Minnelli. Si bien es cierto que no puede compararse con otras obras maestras coetáneas, rodadas por el mismo equipo, como "Un día en Nueva York" (1949), "Un americano en París" (1951), "Cantando bajo la lluvia" (1952), "Melodías de Broadway 1955" (1953) o "Siempre hace buen tiempo" (1955), también lo es que constituye un excelente entretenimiento al que no le falta prácticamente de nada y que contiene gran parte del código estético e ideológico de su director. De hecho fue planteado como un proyecto de alto presupuesto en el que no se escatimaron esfuerzos en la producción (fue uno de los primeros musicales rodados en cinemascope), ni en el talento presente, escogiéndose como protagonistas a algunas de las mayores estrellas de la Metro Goldwyn Mayer.


Dicen que el decorado era tan real que al abrirse las puertas del estudio donde se rodaba salían volando las aves y escapaban los distintos animales que recreaban este paisaje escocés lleno de lirismo. Basada en una obra de Broadway de los famosos Alan Jay Lerner y Frederick Loewe, autores entre otras de la célebre "My fair Lady", cuenta la historia de un pueblecito escocés que solo aparece cada 100 años por un único día con el fin de preservarse de la malicia y los avances del tiempo. Hasta este lugar de ensueño, que conserva la inocencia y pureza del paraíso, llegan por casualidad dos cazadores norteamericanos reaccionando de muy distinta forma frente al "extraño suceso" que se presenta ante sus ojos atónitos. El soñador y románticoTommy se enamora del lugar y de una de las aldeanas, mientras que el pragmático y cínico Jeff siente que está viviendo una auténtica pesadilla.

Aunque en su momento, quizás debido a su anacrónica originalidad y exceso de sentimentalismo, constituyó un fracaso de público, fue uno de los últimos títulos filmados antes de la caída del sistema de estudios, que acabo con los días gloriosos del musical. Revalorizado en la actualidad, constituye una obra idealista y delicada, aunque adolezca de cierta tendencia a la cursilería y al paisajismo de tarjeta postal. Sin embargo la magnífica partitura y el talento de cuantos participan en la cinta logran salvar estos escollos, llenando de magia la pantalla en cada uno de los números musicales.


Cyd Charisse nunca estuvo más bella e irreal, flotando en brazos de un soberbio Gene Kelly como en un sueño romántico. Kelly sabe adaptar con increíble sabiduría su personalidad a un tema más propio de opereta que de su habitual ritmo moderno. Ambos convierten en clásicos cada uno de los bailes en que participan, haciendo que todas las emociones del espectador se integren con sus movimientos perfectos y llenos de sutileza. Pocas veces se ha visto en la pantalla un modo más hermoso de expresar el enamoramiento que el de Cyd y Gene en el número "The Heather on the hill" (Como el brezo sobre la colina), en el que ella flexiona y adapta su cuerpo, acercándose y escapándose de los brazos del bailarín como un suave y delicado velo. Ellos son el centro absoluto de la película, excelentemente arropados por el resto del reparto, destacando un ya maduro Van Johson, lejos de sus habituales roles de estudiante enamoradizo, como el amigo y confidente de Kelly que desata parte del drama de la historia.


Como es habitual en Minnelli la puesta en escena es soberbia y el uso del color magnífico, dando una interesante lectura poética al filme, haciendo que el espectador sienta en algún momento como suya la frase pronunciada por uno de los personajes... "Todo el mundo anela encontrar su Brigadoon"...

La película fue candidata a los Oscars relativos a la mejor dirección artística en color, mejor vestuario en color y mejor sonido, aunque no se alzó con ninguno de estos galardones.


Un filme sencillamente mágico, apto para soñadores, en el que la inocencia de los sentimientos y el ideal romántico triunfan sobre la separación espacio - tiempo.

martes, 8 de diciembre de 2015

FILMOGRAFÍA CLÁSICA... "NIEBLA EN EL PASADO" (1942) MERVYN LE ROY


Soberbio melodrama de la Metro con una pareja de lujo dirigido de forma excepcional por uno de los mejores artesanos del Hollywood clásico, el realizador de origen judío Mervyn Le Roy. Basada en una novela del escritor inglés James Hilton, cuenta la historia de amor entre una cantante y un soldado amnésico tras la primera guerra mundial. Ambos contraen matrimonio en estas circunstancias, pero él recupera de repente la memoria tras un accidente, olvidando todo lo acontecido durante su etapa de ausencia, por lo que su esposa debe luchar por reavivar el recuerdo de sus años felices, a pesar de ser una absoluta desconocida para él en su nueva situación.


Desde su irrupción en la meca del Cine con la película "Adiós Mr. Chips" (1939) junto a su compatriota Robert Donat (que ganó un Oscar por su interpretación del entrañable maestro Chips), Greer Garson había ido encadenando un éxito tras otro, convirtiéndose en "la reina del estudio". Un par de años antes había servido una excelente interpretación junto a Laurence Olivier en la adaptación de otra obra famosa de la literatura inglesa "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen, rebautizada en nuestro país "Más fuerte que el orgullo" (1940). Su magnífico talento e impecable dicción, la habían convertido en una de las actrices mimadas del todopoderoso Louis B. Mayer, lo que la colocaba en una posición de privilegio dentro de la industria de aquellos años. Durante los años 40 fue una de las estrellas mejor pagadas y más valoradas entre crítica y público. No solo era una mujer bellísima, además era una formidable actriz, que solía interpretar los melodramas más exacerbados sin caer en manierismos descontrolados, ofreciendo por lo general una lectura llena de contención y sensibilidad, sin dejar por ello de trasmitir toda la emoción de sus personajes.


A su lado el veterano y siempre eficaz Ronald Colman ideal como el soldado herido durante la primera guerra mundial, que no recuerda nada de su vida anterior. A pesar de ser algo mayor para el papel, la elegancia de Colman como intérprete nos hace olvidar este escollo, centrándonos en sufrimiento y mundo interior.


La sabiduría dramática de los actores, la fabulosa maquinaria de los estudios, el excelente guión y la eficaz dirección de Le Roy convierten a "Niebla en el pasado" en una perla radiante dentro de la corona del melodrama de todos los tiempos. El filme cuenta con una magnifica puesta en escena que dota a la historia de una cálida atmósfera romántica de belleza irresistible, como solo la Metro solía hacerlo en la época, convirtiéndose en una de las señas más características de la productora durante este periodo. Fue nominado para los Oscars correspondientes a la mejor película, mejor director, mejor actor principal y mejor actriz secundaria, aunque no obtuvo ninguna de la preciadas estatuillas, siendo batida en casi todas las categorías por "La señora Miniver" (1942) otro vehículo de Greer Garson que le proporcionó el Oscar a la mejor actriz de aquel año.

Deliciosa, delicada y excelente muestra de cine romántico que suposo un enorme éxito de público y sigue enamorando en cada visionado