miércoles, 24 de febrero de 2016

FILMOGRAFÍA CLÁSICA... "ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS" (1951) CLYDE GEROMINI, WILFRED JACKSON Y HAMILTON LUSKE


Al igual que ocurre con otros cuentos clásicos como "Peter Pan" (1953) o "Mary Poppins" (1964), "Alicia en el País de las Maravillas" (1951) fue un proyecto largamente acariciado por Walt Disney, quién ansiaba llevarlo a la pantalla incluso antes de su primer largometraje animado "Blancanieves y los siete enanitos" (1937). 

El relato había causado una gran impresión en "el mago de la animación" desde su infancia. Ya en los años veinte los estudios Disney tenían un proyecto para llevar a cabo un filme con la célebre Mary Pickford, la niña prodigio del cine mudo en el papel de Alicia, en el cual se mezclarían dibujos e imagen real que llevaría por título "Alice in Cartooland". Incluso en 1936 rodaron un cortometraje en color protagonizado por el personaje estrella de los estudios titulado "Mickey Mouse: A través del espejo". En esta pequeña joya de la animación el ratón Mickey vivía una delirante fantasía musical en la que ya estaban presentes muchos de los personajes y situaciones del largometraje clásico, como el ejército de cartas, la escena en la que el protagonista encoje al comer una nuez, o la animación de multitud objetos cotidianos dotados de personalidad humana, especialidad en la que los estudios Disney siempre fueron tremendamente imaginativos hasta nuestros días.


El éxito obtenido el año anterior con "La Cenicienta" (1950) permitió a Disney retomar el proyecto mezclando las novelas "Alicia en el País de las Maravillas" y "Alicia a través del espejo", en una apuesta personal arriesgada que puso en una situación delicada a los estudios, ya que el subrrealismo de las historias de Lewis Carrol era demasiado delirante para un público infantil y la película supuso un pequeño descalabro financiero. El público asiduo a las películas de animación clásicas de la productora no entendió muy bien el filme y la crítica le reprochó la multitud de licencias que se habían permitido a la hora de adaptar la narración a la pantalla.


Fue un título mal entendido en su momento y la acogida resulto bastante tibia, sin embargo las revisiones posteriores le han colocado en un lugar de privilegio dentro del Universo mágico de su autor. Aunque para muchos es la menos Disney de entre los títulos de su productora, en cuanto a línea argumental, personalidad e iconografía, lo cierto es que en esto reside gran parte de su encanto. La historia original tiene elementos y situaciones demasiado complejos de adaptar con fidelidad para un público familiar, de hecho la práctica totalidad de filmes que versionan el tema han fracasado de un modo u otro a la hora de plasmar el espíritu alucinado de la novela de Carrol, a pesar de que el libro contiene una imaginería absolutamente irresistible.



"Alicia en el País de las Maravillas" costó en torno a cinco millones de dólares de la época y perdió bastante dinero, de hecho no volvió a ser reestrenada en Cines estando Walt Disney vivo. La depreciación de la cinta en su momento hizo que fuese el primer largometraje animado de la compañía que pasó a emitirse por televisión. Sin embargo arropada por la modernidad y psicodelia de finales de los años 60 y el nacimiento del espíritu Pop, la película vivió una revalorización junto a otros títulos malditos de la productora como "Los tres caballeros" (1946) y "Fantasía" (1942), filmes absolutamente revolucionarios en su momento. Hoy día, sin ser una de las obras cumbre del estudio, ha sido reconocido como una de sus películas más interesantes, repleta de hallazgos visuales y un intento de hacer algo distinto por parte de un genio que nunca dejó de crear e intentar buscar diferentes líneas de expresión en el lenguaje animado. El impulsor sin duda alguna de un Universo que elevó los largometrajes de animación a la altura artística de los filmes de imagen real, instaurando un nuevo género cinematográfico.