domingo, 31 de mayo de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... ¿QUÉ FUE DE BABY JANE? (1962) ROBERT ALDRICH


Excelente filme de terror psicológico que no es sino un escalofriante retrato de la frustración y la soledad, magníficamente dirigido por Robert Aldrich y protagonizado por Bette Davis y Joan Crawford, ambas en estado de gracias y odiándose tanto entre ellas como las protagonistas de la cinta.

Cuenta la historias de dos hermanas, antiguas estrellas de cine, muñecas rotas y olvidadas por la industria. Ambas viven confinadas en un desolado caserón, en el que una de ellas inválida por un accidente de tráfico, sufre todo tipo de vejaciones por parte de la otra, aunque que las cosas no son siempre lo que parecen... En un excelente golpe de efecto al final de la película la trama da la vuelta y descubre al espectador que ni la bondad de una es tan abnegada, ni la maldad de la otra tan irracional.

Tanto Bette como Joan se llevaron a matar durante todo el rodaje, haciendo del mismo un infierno para el director y el equipo, lo que derivó en unas interpretaciones espeluznantes, aunque por las características del personaje destaque especialmente la de Bette, auténtica máscara del horror y la degradación, que le valió una nominación al Óscar a la mejor actriz del año. Cuando la prensa le preguntó a Davis por el argumento, esta en uno de sus alardes de ingenio contestó: "Es lo de siempre, Bette la loca y Joan la zorra..." En algunas escenas incluso llegaron a lesionarse físicamente. La secuencia en la que Bette maltrata a su hermana, esta dio a Joan "accidentalmente" en la cabeza, teniendo que recibir puntos de sutura. La Crawford se vengó llenando sus bolsillos de pesas para la secuencia en la que Davis tenía que arrastrarla por el piso, haciendo que el esfuerzo de la otra fuera imposible. El cine una vez más imitaba a la vida...

El director Robert Aldrich nos ofrece una película dura, adulta, muy diferente al habitual cine de Hollywood de la época, no se molesta en decorar las cosas, ni en disimular la fealdad de los personajes. En un guiño macabro colocó a dos auténticas reinas del cine clásico, en cierto modo ya casi olvidadas por las nuevas generaciones, en los papeles de dos Divas abandonadas por el sistema. Ofrece un retrato estremecedor no exento de cierta ternura, como doce años antes hiciera el maestro Billy Wilder en "El crepúsculo de los Dioses" (1950) con Gloria Swanson.

El éxito de la película propició un subgénero dentro del terror denominado "Grand Guignol", consistente en colocar viejas glorias del pasado en historias oscuras y llenas de desequilibrios mentales. La propia Bette repitió el cliché en "Canción de cuna para un cadáver" (1964), "Su propia víctima" (1964) o "A merced del odio" (1965), en los que se encasilló a si misma de tal modo que estuvo a punto de agotar su carrera.

La cinta recibió el Oscar al mejor vestuario en blanco y negro, siendo nominado a los premios correspondientes a la mejor actriz (Davis), mejor actor secundario (Victor Buono) y mejor fotografía en blanco y negro.

viernes, 29 de mayo de 2015

CON ACENTO ESPAÑOL... "CARMEN, LA DE TRIANA" ANDALUCÍA CON ACENTO ALEMÁN...


"Carmen, la de Triana" (1938) es una de las obras mejor terminadas del tandem Imperio Argentina-Florián Rey, el binomio actriz y director que dio al cine popular español sus mayores éxitos, logrando una proyección no alcanzada hasta entonces por nuestra cinematografía.

Tras el arrollador triunfo de "Morena Clara" (1936) y debido al estallido de la guerra civil española, Florián e Imperio viajan a Francia para rodar una versión musical de "La casta Susana", pero a consecuencia del conflicto bélico el proyecto se va retrasando hasta hacerse imposible de realizar. Encontrándose en París y sin trabajo, el matrimonio se traslada a La Habana donde Imperio es contratada para actuar en un teatro de la capital. Durante su estancia en Cuba reciben un telegrama desde Alemania en el que el propio Goebbels, ministro de propaganda del tercer reith, les invita a rodar una película en su país poniendo todos los medios a su servicio.

La pareja acepta el proyecto y cual es su sorpresa que a su llegada a Alemania son recibidos en audiencia privada por el propio Hitler, que se confiesa gran admirador de la artista española y hace los más encendidos elogios hacia su trabajo. Goebbels les propone realizar una versión de "Lola Montes", la amante de Luis II de Baviera, el rey loco, adaptada al clima político de la Alemania de la época, en la que la protagonista se enamoraría de un oficial de las juventudes nazis, en lugar del estudiante revolucionario del original. Ambos declinan el proyecto, alegando que solo se sienten preparados para rodar argumentos de neta raíz española. Es entonces cuando Florián propone realizar una versión de la Carmen de Prospero Merimée.

En los estudios berlineses de la UFA, el director se encuentra con todos los medios técnicos de los que carecía en España, sacan un extraordinario partido de ellos. Como ya venía demostrando en sus anteriores realizaciones, Florián poseía un pulso cinematográfico que se adaptaba de manera formidable al cine comercial, consiguiendo obras dignas en las que lo popular no estaba desprovisto de calidad. Magníficamente planificadas están las secuencias del cafetín, en las que los planos de la cantaora se intercalan con los del público, siguiendo de manera perfecta la linea dramática de la historia, o la escena de la seducción en casa de la protagonista con un juego de claro oscuros dominando una secuencia que culmina en un apasionado beso, rodado en un primer plano inolvidable, seguido de un largo fundido que nos sugiere la noche de amor vivida entre la gitana y el brigadier.

Una vez más Imperio es el alma de la película, y su esposo se encarga de levantar un monumento a su talento como actriz y cantante, en el cual brilla con luz propia. La estrella ofrece la que quizás sea su mejor interpretación en cine y una de las mejores creaciones de Carmen para la pantalla. A su lado la solidez de dos actores como Rafael Rivelles y Manuel Luna completando el triángulo amoroso en los papeles del militar y el torero.

Los números musicales de la película son una de las bazas fuertes del argumento, insertados con gran sabiduría para ayudar a avanzar la historia, aparte de permitir el lucimiento de la protagonista, a excepción de la plegaría que Carmen canta ante el féretro del torero que desinfla el dramatismo obtenido a través de unos efectos visuales de indudable belleza. Aún así números como "Los piconeros", "Antonio Vargas Heredia", "Carceleras del puerto" o "Triana" permanecen frescos e inmortales en la memoria de todo aficionado a la copla y al exquisito gusto de Imperio Argentina como cantante.

Paralelamente a la versión española, se rodó otra alemana titulada "Andalusische Nachte" (Noches andaluzas), con idéntica planificación a la de Florián y protagonizada igualmente por Imperio en el que la actriz actuaba y cantaba en lengua germana, junto a actores de esta nacionalidad. Para ello hubo de pasar tres meses con una profesora nativa aprendiendo y perfeccionando el idioma. El talento de la estrella le permitió salir airosa de tan dura prueba. Hoy en día tanto esta versión como las canciones grabadas en alemán, son algunas de las piezas preferidas por los coleccionistas de rarezas.

La película obtuvo en un enorme éxito, sin embargo la participación en este proyecto le produjo no pocos disgustos a la estrella en el futuro, ya que terminada la segunda guerra mundial fue acusada por los sectores progresistas de ser la amante de Hitler e incluso de procesar los ideales nazis. Imperio siempre se defendió de estas acusaciones alegando que ella era una artista y se limitó a trabajar allí donde la contrataron de forma ventajosa, como muchos otros actores exiliados de nuestro país durante la contienda civil.

Una dignísima cinta, imprescindible para conocer y entender la historia de nuestro cine y apreciar el trabajo de algunos de sus pioneros.

jueves, 28 de mayo de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... ERROL FLYNN


Él es el aventurero por antonomasia... Ningún otro actor ha representado con igual fortuna este cliché hasta hacerlo permanecer en el tiempo asociado a su figura. Llegó al mundo del cine con su incandescente dinamismo, sensacional apostura y perfecta sonrisa enmarcada en un perfilado bigotillo y borró con cuatro mandobles el recuerdo de sus precedentes en el mudo, comenzando por la estrella por antonomasia del género Douglas Fairbanks, e imponiendo su trono a perpetuidad. Nadie después de él supo llenar bosques, océanos, ríos y praderas con tanta autoridad.

Antes de dedicarse a la interpretación practicó los más diversos oficios en su Australia natal. Parece ser que el fuego de la aventura corria por sus venas, haciendo gala de una energía incombustible que le llevó a probar suerte como boxeador, minero, marinero, periodista o pescador. Finalmente se decidió a estudiar arte dramático, iniciando una breve carrera como actor teatral, pero su evidente atractivo y envergadura física le abrieron tempranamente las puertas del Cine.

A pesar de no ser un actor académico fue capaz inyectar a sus interpretaciones de una vitalidad que le hizo ser extremadamente eficaz, no solo en terreno de la aventura, donde como ya se ha dicho reinó por derecho propio, sino en alguna comedia menor y algún drama de cierto empaque.

Sin embargo su recuerdo permanecerá eternamente asociado al ciclo de aventuras de la Warner dirigidas en su mayoría por el húngaro Michael Curtiz, junto a una damita de excepción en sus brazos, la dulce y magnifica Olivia de Havilland antes de dar el salto a gran dama de la pantalla con sus melodramas de altos vuelos. La saga empezó con una maravillosa cinta de piratas "El Capitán Blood" (1935) que supuso la revelación de ambos como pareja ideal y culminó con el brillante western "Murieron con las botas puestas" (1941), en el ínterin toda una serie de títulos inolvidables.. "La carga de la brigada ligera" , "Dodge, ciudad sin ley", "La vida privada de Elizabeth y Essex", "Camino de Santa Fe" y muy especialmente la obra maestra de todo el ciclo,"Robin de los Bosques" (1938), título imprescindible a la hora de abordar el género y personaje asociado permanentemente a su memoria. De la veintena de Robin Hood que han adornado la pantalla, ninguno tan real, tan irresistiblemente simpático, tan extraordinariamente entretenido como el de Errol. Él es sin lugar a dudas la auténtica encarnación de Robin de los Bosques.

Sin su encantadora compañera siguió cosechando éxitos en películas como "El príncipe y el mendigo", "El halcón del mar", "Oro, amor y sangre", "San Antonio" o "El burlador de Castilla".

Aunque durante la segunda guerra mundial protagonizó varios filmes de propaganda bélica, algunos de ellos como "Objetivo Birmania" muy populares, al finalizar la contienda sobrevino su declive profesional, debido principalmente al carácter juerguista y vividor del actor, unido a su adicción al alcohol y todo tipo de sustancias que comenzaron a pasar factura de forma alarmante, presentando un galán prematuramente envejecido, de rostro endurecido, en el que era difícil reconocer la frescura y gallardía de sus interpretaciones de antaño. Aún así amparándose en su antigua fama, la industria le siguió eligiendo como la encarnación de héroes famosos en títulos como "El señor de Ballantry", "Kim de la India", "La taberna de Nueva Orleans" o "La isla de los corsarios", donde la estrella salió airoso amparándose en lo que conservaba de su apostura y carisma personal.

Los últimos años de su vida trajeron la imagen de un hombre alcoholizado y decadente, con una leyenda de crápula a sus espaldas que él mismo se encargó de alimentar en su autobiografía "Aventuras de un vividor". Reconocido gran amante, sus escarcéos amorosos fueron piedra de escándalo en la época, se le llegó a juzgar por violación a una menor, aunque finalmente salió libre de cargos. Su reconocida adicción al sexo le llevó a explorar la bisexualidad con algunos de sus compañeros, se dice que entre sus amantes masculinos se encontraban los nombres de Tyrone Power o Truman Capote, incluso se cuenta que David Niven, compañero de piso de la estrella durante su etapa de esplendor en la Warner, le rechazó ganándose su enemistad de por vida.

Falleció víctima de sus excesos con tan solo cincuenta años de edad. Aunque más allá de la imagen de icono sexual que derrochaba su vitalidad a manos llenas en orgías de drogas y alcohol, durante las fiestas privadas de aquel Hollywood prohibido, permanece la leyenda de aquel encantador héroe romántico que iluminaba la pantalla con su sonrisa, derrotando a los más crueles villanos espada en mano para obtener el amor de cierta bella dama prisionera en las almenas de un castillo medieval, influyendo en los sueños adolescentes de generaciones de escolares que ansiaban replicar sus hazañas sin cuento culminadas con un inevitable... "Y vivieron felices para siempre".

lunes, 18 de mayo de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "REBECA" (1940) ALFRED HITCHCOCK


"Anoche soñé que volvía a Manderley"... Es la frase que acompaña uno de los inicios más famosos de la historia del Cine. Basado en la novela de escritora inglesa Daphne du Maurier, fue el primer título rodado en EEUU  por el "mago del suspense" y aunque no sea una de sus títulos más celebrados, constituye uno de los mejores melodramas de misterio jamás realizados, obra cumbre en su género.

Producida por David O´Selnick, el omnipresente productor independiente más famoso de aquellos años, que como de costumbre se inmiscuyó en la producción de manera insoportable, haciendo del rodaje un auténtico infierno para el director, hasta el punto de que este casi llegó a renegar del resultado final. Selnick se embarcó en el proyecto inmediatamente después del clamoroso éxito obtenido con "Lo que el viento se llevó", intentando gobernar aquel barco como lo había hecho con su anterior título, pero un autor tan personal como Hitchcock nunca llevó bien la política intervencionista de los estudios de Hollywood sobre sus obras, ya que sentía limitado su talento y desbordada imaginación en favor de los resultados en taquilla, imponiéndole cambios importantes en los argumentos y finales felices. Como ejemplo en el filme que nos ocupa Rebeca muere de forma absurda al desmayarse sobre unos aparejos de pesca, en lugar de asesinada por su marido como en la novela. Selnick decidió que el público no perdonaría a Maximilam De Winter, interpretado por Laurence Olivier, este crimen a pesar de que la perversidad de su esposa lo justificase, haciendo así al personaje un mártir de los manejos de la malvada Rebeca. La aterradora atmósfera que trae presente de manera continúa y obsesiva este personaje a pesar de que ya esta muerta al comenzar la película y jamas aparezca en ninguna secuencia, es uno de los mayores logros del director inglés en esta cinta. Rebeca es el fantasma en la sombra que mueve el hilo argumental y las emociones de todos los personajes de la historia.

Se inicio un famoso casting para elegir a la "Segunda señora de Winter", casi tan célebre como el de "Lo que el viento se llevó" que incluía algunas de las más célebres estrellas del momento, entre ellas una Vivien Leigh cuyo personalísimo triunfo como Scarlett O´Hara la situaba en un lugar de privilegio en la industria, pero parece ser que una actriz tan temperamental e intensa como Vivien no encajó en absoluto dentro del carácter tímido y reservado de la protagonista. Precisamente estas cualidades fueron las que decantaron la balanza en favor de una principiante Joan Fontaine, ya que Hitchcock vio en ella un candor e inexperiencia frente a las cámaras que venían como anillo al dedo al personaje, convirtiéndose en una de la primeras rubias de hielo fetiche del director, aunque en este caso el gélido erotismo de sus heroínas más famosas, fuese sustituido por la romántica torpeza sexual que Joan transmite durante todo el metraje. Sin embargo Laurence Olivier, protagonista masculino de la cinta, se tomó bastante mal esta elección, ya que Vivian y él eran amantes en aquel momento y quería imponer a su pareja a toda costa, tratando de forma despectiva a Fontaine durante todo el rodaje, lo que hacía que esta se sintiese tremendamente insegura de su actuación. El director alimentó esta circunstancia pensando que esto favorecía la interpretación acentuando la personalidad retraída del personaje. No anduvo muy desencaminado ya que el resultado final fue tan formidable que Joan Fontaine fue nominada para el Óscar a la mejor actriz de 1940, en una año de reñida competencia en esta categoría.

No obstante quién se llevó "el gato al agua" fue la soberbia secundaria Judith Anderson con su estremecedora interpretación de la Señora Danvers, ama de llaves de la mansión, obsesionada hasta la locura con su anterior Ama. Las insinuaciones de lesbianismo de Danvers hacia Rebeca en la escena en que enseña el maosuleo levantado en su memoria a una estremecida Joan Fontaine, acariciando la ropa interior de la difunta y explicándole como le preparaba el baño y la peinaba, son una de las jugadas maestras del director a la censura de la época y argumentan de forma magistral el odio exacerbado del ama de llaves hacia la nueva esposa. En adelante Judith Anderson quedaría por siempre asociada a este personaje, aterrador cuervo vestido de negro que planea sobre el caserón bloqueando la felicidad del matrimonio. El hecho de que la actriz no se alzase con la estatuilla a la mejor secundaria del año, a pesar de haber sido nominada, fue una de la injusticias más flagrantes de la historia de los premios Oscar.

"Rebeca" se convirtió en un formidable éxito desde su estreno, convirtiéndose en uno de los clásicos imprescindibles de la época dorada. En España su popularidad fue tan grande que las típicas chaquetas inglesas que Joan Fontaine lucía en la película, empezaron a conocerse y comercializarse con el nombre de "rebecas" nombre que permanece aún en nuestros días asociado a las mismas, e incluso es recogido por la Real Academia como acepción para nombrar a esta prenda.

Ganó los Oscars correspondientes a la "Mejor película" y "Mejor fotografía en blanco y negro", aunque obtuvo otras nueve candidaturas al "Mejor director", "Mejor actriz protagonista", "Mejor actor protagonista", "Mejor actriz secundaria", "Mejor guión adaptado", "Mejor banda sonora", "Mejor dirección artística", "Mejor montaje" y "Mejores efectos visuales", convirtiéndose en una de las películas más importantes del año, abriéndo a Hitchcock las puertas doradas de Hollywood donde desarrollaría en adelante la mayor parte de su carrera.

Imprescindible para entender la trayectoria del genio inglés y pieza fundamental en la filmoteca de los clásicos inmortales. Toda una obra maestra.

sábado, 16 de mayo de 2015

CON ACENTO ESPAÑOL... 20 AÑOS SIN "LA ZARZAMORA"

Tal día como hoy se cumple el 20 Aniversario del fallecimiento de una de las artistas más grandes que el espectáculo ha dado. El escenario era su hábitat natural, nadie como ella fue capaz de llenarlo con sus contagiosas bulerías, magníficas zambras, divertidos tanguillos y descarnados recitativos... Respiraba arte por los poros convirtiendo en verdad todo cuando hacía, entregándose por completo en cada actuación, dándose al público por entero... Su arte era tan estremecedor que no dejaba indiferente ni a sus más acérrimos detractores... Solo los genios irrepetibles como ella pueden dejar el mundo del espectáculo tan huérfano al partir y hacer que aún hoy se la siga recordando con tanta vida como ella ponía en su trabajo... Vaya este video compendio de su trayectoria artística al compás de su canción bandera, como postrer homenaje a la "reina del temperamento"...


miércoles, 6 de mayo de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "CLEOPATRA" (1963) JOSEPH L. MANKIEWICZ



Soberbia producción histórica cuyo fracaso en taquilla estuvo a punto de arruinar a la Fox y provocar el cierre de los famosos estudios. Debido a diversos contratiempos el rodaje se prolongó durante más de tres años, lo que disparó los costes de producción iniciales a cerca de 50 millones de dólares, convirtiéndola en la película más cara rodada hasta ese momento.

Para el papel de la célebre soberana se barajaron los nombres de Jean Simmons, Susan Hayward, Joan Collins e incluso Audrey Hepburn, aunque dada la envergadura del proyecto la productora quiso contar con la estrella cinematográfica por antonomasia, Elizabeth Taylor, por aquel entonces en el cenit de su fama y su belleza, pagando un sonado millón de dólares a la actriz inglesa por su trabajo, cantidad que ninguna otra estrella había percibido hasta entonces.

Con tales premisas y toneladas de publicidad en torno a la producción, se inició el rodaje en Inglaterra con Peter Finch como Julio César y Stephen Boyd, el inmortal Mesala de Ben Hur, como Marco Antonio, pero pronto se comprobó que el clima británico no era el más apropiado para recrear la tierra de los faraones, por lo que se tomó la decisión de trasladar todo el equipo a los estudios italianos de Cinecittá, cuna de tantas producciones épicas a lo largo de la historia. En Italia el proyecto dio un giro completo al ser sustituidos los actores protagonistas iniciales por Rex Harrison y Richard Burton para dar vida a César y Antonio, respectivamente, así como el director titular, Rouben Mamoulian, por el exquisito Joseph L. Mankiewicz.

El talentoso Mankiewicz se hizo cargo del guión convirtiendo la película en una magnifico filme intimista, que mezclaba el romance entre Cleopatra y Marco Antonio, con una inteligente trama política y una soberbia reconstrucción reconstrucción histórica, más cercana al genio de Shakespeare que al colosalismo de Cecil B. de Mille, planteando el proyecto incialmente como dos películas de cuatro horas de duración cada una. En la primera se contaría la historia de Cleopatra con Julio César y su desmedida ambición por dominar el mundo conocido y la segunda se centraría en la relación de esta con Marco Antonio y como su desbocada pasión acaba con el sueño de la famosa reina y la muerte de los amantes. Este planteamiento hizo que los productores se echaran a temblar mutilando el filme sin compasión, reduciendo sus cerca de ocho horas de duración a poco más de tres para el estreno original, con la intención de hacerlo más digerible para el gran público. Para ello eliminaron sin ningún miramiento escenas importantes para la comprensión de la historia, fundamentales a la hora de entender la psicología de los personajes. Años más tarde se llevó a cabo una restauración, rescatando cerca de una hora de metraje, permitiendo vislumbrar una obra original que no fue bien entendida en su tiempo y que la coloca entre las mejores producciones históricas jamas rodadas, recuperando el reconocimiento de crítica y público.

La reconstrucción en Italia de los espectaculares decorados, los continuos retrasos en la realización provocados por la salud de la protagonista (Elizabeth Taylor estuvo a punto de fallecer durante el rodaje y se le tuvo que practicar una traqueotomía de urgencias para salvarle la vida) aumentaron considerablemente el presupuesto inicial, llegando incluso a plantearse la paralización del proyecto, pero la inversión era ya inmensa y era tarde para frenarlo. Para colmo el acoso de la prensa italiana, que perseguía el sonado romance surgido entre Burton y Taylor, convirtió el rodaje en un auténtico infierno para todo el equipo, por más que los ríos de tinta que corrieron a consecuencia del idilio fuesen una fantástica publicidad para la película... "El filme que rompió dos matrimonios" anunciaba la prensa de la época.

Con tantos elementos en contra y a pesar de la expectación despertada por el estreno, el filme no consiguió recuperar ni la mitad de la inversión empleada. A pesar de convertirse en la película más taquillera del año, el enorme coste de producción dio al traste con la situación financiera de la Fox.

Con todo fue una de las grandes triunfadoras de los Oscars de 1963, logrando cuatro estatuillas en las categorías consideradas menores, relativas a la mejor fotografía en color, la mejor decoración en color, el mejor vestuario y los mejores efectos especiales. Siendo nominada además en las categorías de mejor película, actor principal (Rex Harrison), sonido y montaje. Incomprensiblemente el magnífico guión de Mankiewicz se quedó sin candidatura, dando cuenta una vez más de la ceguera de estos galardones. Aunque sin duda el tiempo se ha encargado de hacer justicia reconociendo la calidad y el talento de este genio del Cine. Un auténtico creador del séptimo arte...