martes, 14 de julio de 2015

CON ACENTO ESPAÑOL... "LA VERBENA DE LA PALOMA" (1935) BENITO PEROJO


En los años inmediatamente anteriores a la guerra civil, durante la segunda república, la industria cinematográfica española alcanzó las cotas más altas de entretenimiento conseguidas hasta entonces, dando a nuestro cine entidad propia. El enorme éxito de distintas cintas de carácter popular, especialmente las protagonizadas por Imperio Argentina, la mayor estrella del momento, colocaron la industria de cine española a la cabeza del mercado hispano parlante.

En esa línea de cine popular, dotado de una dignísima calidad y sabiduría cinematográfica, se encuentra esta versión de una de las zarzuelas más populares del repertorio "La verbena de la Paloma". Dirigida por Benito Perojo, uno de los pioneros de nuestro cine, constituye uno de los mayores éxitos del periodo republicano y uno de los primeros y casi únicos filmes auténticamente musicales rodados en nuestro país, en el que todos los números se insertan con tal acierto que consiguen dar una continuidad al relato, sin interrumpir en ningún momento la historia, como solía ocurrir en este tipo de filmes, en los que la acción se frenaba para que la estrella del momento luciese sus facultades canoras, deleitando al público con sus cantes y bailes totalmente ajenos al argumento.

Desde el periodo del mudo la zarzuela, como parte de la tradición escénica de nuestro país, fue fuente de inspiración para productores y directores, que adaptaron aún sin música títulos tan populares como "Maruxa", "La Revoltosa" o "Gigantes y cabezudos". Incluso "La verbena de la Paloma" tuvo una primera versión en 1921 dirigida por José Buchs conociendo ya por entonces un gran éxito, y en la que el posteriormente famoso director Florián Rey interpretaba el papel de Julián, protagonista masculino de la obra.

Se hacia inevitable que con el advenimiento del sonoro la producción musical española se viese inundada de títulos zarzueleros. Así vieron la luz "Carceleras" (1932), primer filme español completamente "hablado y cantado" como se anunciaba por entonces, "Doña Francisquita" (1934), "La reina mora" (1936), "La Dolorosa" (1934) o "El gato montés" (1936), entre otras. Pero sin duda alguna la más popular de todas fue esta "Verbena" de Perojo producida por Cifesa y protagonizada por un elenco de estrellas muy populares en su tiempo. Desde su inicio fue concebida como una de las mayores producciones rodadas hasta el momento en nuestro país, reivindicada como tal por la crítica moderna a principios de los años 90 del siglo XX. Da idea de ellos los espectaculares decorados construidos en los estudios Cea de Ciudad Lineal, que reproducían todo el sabor del Madrid castizo en el que se desarrolla la historia. Hubo incluso una escena, perdida hoy día, que en el original fue rodada en Technicolor.

El filme de Perojo es sin lugar a dudas de una calidad brillante y en él se observa una evolución técnica y artística que el cine español venía desarrollando desde unos años antes. La cámara se mueve con soltura sorteando las limitaciones del primitivo sistema de sonido que limitaba la movilidad, consiguiendo una obra plenamente cinematográfica que conserva toda la esencia de la obra original, sin dejarse influir por su procedencia escénica. Para la escena de las famosas seguidillas "Por ser la Virgen de la Paloma" se construyo una calle de más de 500 metros por las que circulaba un tranvía tirado por caballos en el que estos avanzaban al son de la popular música de Bretón, en un alarde de montaje por parte del director, que proporciona a la película de un ritmo magnífico que marcó el tono de la película.

Pero principalmente la obra se beneficia de un reparto excepcional, en el que figuran algunas algunas de las estrellas más populares de la época. Al frente del reparto el cómico Miguel Ligero como el boticario Don Hilarión, que se convertiría en adelante en una de sus especialidades tanto en cine como en teatro. El echo de que en una de las más célebres grabaciones discográficas de esta zarzuela el cómico madrileño fuese elegido para interpretar este rol, da una idea de la identificación que se produjo entre el actor y el personaje. Siendo en adelante uno de sus papeles más recordados.

La castiza Susana es interpretada por la estupenda actriz-cantante Raquel Rodrigo, conocida en su día como "la novía de España". Su agradable timbre de soprano y su belleza latina la hacían la interprete ideal de la multitud de comedias musicales y zarzuelas rodadas durante esos años. Su estrella brilló muy alto aunque tras la guerra civil su carrera fue perdiendo interés hasta caer prácticamente en el olvido. Hoy en día su fama sobrevive principalmente por su participación en este filme.

El galán Roberto Rey, se luce como el celoso y apasionado Julián, cuya gallardía y agradable voz de barítono, le convirtieron en el acompañante ideal de lindas y canoras damas de los años 30, desde Antoñita Colomé a Estrellita Castro.

La tiple Selica Pérez Carpio, figura mítica del teatro lírico español, integrante del famoso Teatro de Apolo, cuna del género chico, aparece como la Señá Rita en la que sería su única intervención en la pantalla. El reparto se completa con la característica Dolores Cortés como la Tía Antonia, la simpática Charito Leonís como Casta y Rafael Calvo como El Tabernero. Todos ellos sensacionales.

"La verbena de la Paloma" conoció un remake en 1963 dirigido por José Luis Sáenz de Heredia, que si bien realizó una obra muy personal, estuvo muy por debajo de su predecesora en cuanto a frescura, ritmo y calidad. Este título estuvo protagonizado por Concha Velasco y Vicente Parra como Susana y Julián y el célebre Miguel Ligero, que una vez más fue elegido para interpretar a su inolvidable Don Hilarión.

Una obra merecidamente reivindicada para entender la historia y evolución de nuestro Cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario