jueves, 28 de marzo de 2019

Mis estrellas favoritas... June Allyson




Su rostro risueño y sempiterno optimismo hicieron de ella una de las favoritas del público americano durante dos décadas. Su dinamismo e romanticismo inocente fueron la respuesta al fatalismo de las heroínas del cine negro, ambiguas y pecadoras, nacidas al socaire del pesimismo de la Segunda Guerra Mundial. Las llamadas “vecinitas de enfrente” (girl next door) del cine americano, eran la representación de una juventud americana sana y esperanzada, muchachas resueltas, románticas y acordes a la moral conservadora imperante… Amigas diligentes, novias ideales, encantadoras esposas y perfectas madres. June fue un poco de todo esto a lo largo y ancho de su carrera y sin duda alguna una de las más populares. Su primer éxito llegaría de la mano del melodrama “Al compás del corazón” (1944) una historia de mujeres que esperan a sus hombres en retaguardia mientras estos luchan por derrocar la amenaza nazi. No obstante sería tras la contienda mundial cuando su personaje, mezcla de carácter risueño y resuelto a partes iguales, haría furor en una serie de comedias y musicales donde su sonriente dinamismo y bonita voz hacían de ella la compañera ideal de prometedores galancitos como Peter Lawford o Van Johson en títulos como “The sailor takes a wife” (1945), “Good news” (1948) ,“Words and music” (1948) o “Too Young to kiss” (1951).


Estuvo inolvidable como la rebelde e independiente Jo de “Mujercitas” (1949), una de sus interpretaciones más recordadas y deliciosa como la esposa de Gene Kelly, alias D´Artagnan en la lujosa adaptación de la Metro de “Los tres mosqueteros” (1949) dirigida por George Sidney. Con este último título daría el salto de jovencita encantadora a esposa abnegada y madre comprometida, adornando el melodrama de altos vuelos de la Metro en películas como “El mundo es de las mujeres” (1954), “Música y lágrimas” (1954), “La torre de los ambiciosos” (1954) o “ Interludio de amor” (1957), donde se mostró fuerte y conmovedora a partes iguales.


Con la caída del sistema de estudios, Hollywood dio un giro temático hacia un cine más adulto y comprometido en imágenes y contenido, en el que la personalidad y carisma de June Allyson tendrían poca cabida. Sus dos últimos títulos importantes serían sendos remakes de dos célebres comedias de los años 30, “El sexo opuesto” (1956) versión musical y descafeinada del filme de Cukor “Mujeres” (1939) y “Un mayordomo aristócrata” (1957) trasunto de “Al servicio de las damas” dirigida por Gregory La Cava en 1936. Tras un poco alentadora experiencia en "Stranger in my arms” (1954) la pecosilla June abandonaría la pantalla para dedicarse en cuerpo y alma a su familia y a su esposo el también actor y cantante Dick Powell con quién había contraído matrimonio en 1945, formando una sólida unión hasta el fallecimiento de este en 1963, demostrando que su vida privada respondía a los mismos principios e imagen que sus personajes en la pantalla.


Su regreso en roles secundarios a principios de los años 70 poco o nada aportaría a su antigua gloria, películas de consumo rápido y olvido fácil como “Solo matan a su dueño” (1972) en las que la actriz aportaría poco más que su experiencia y nombre a un público ignorante de su antiguo brillo. Murió a los 88 años de edad de un fallo cardiaco dejando el celuloide clásico un poco más huérfano, recuerdo de una época en la que su rostro alegre quedó impreso en imágenes de rabioso colorido que despertaron los sueños y esperanzas de generaciones de espectadores para los que su baile e imbatible sonrisa fueron el mejor bálsamo para dejar atrás la pesadumbre de un mundo que buscaba superar las heridas de la guerra.

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