martes, 10 de marzo de 2015

MIS ESTRELLAS FAVORITAS... CYD CHARISSE


Es una de las estrellas indiscutibles del musical americano. Sus piernas son tan míticas como las de Marlene Dietrich y su espléndida belleza morena recordaba a la de la incandescente Ava Gardner. Llegó a la Metro en un momento en que el estudio contaba con el mayor número de talentos y jóvenes promesas de su historia y no supieron muy bien que hacer con ella durante años. De hecho de no ser por Gene Kelly, que la eligió como pareja en el número "Broadway Melody" de "Cantando bajo la lluvia", es posible que nunca hubiese adquirido estatus estelar. Sin embargo aunque la protagonista de la cinta era la pizpireta Debbie Reynolds, fue Cyd quién pasó a la inmortalidad, el erotismo irresistible y sofisticado de su baile apache con Kelly cautivó al público y a toda la industria... A partir de ese momento su carrera fue imparable participando en los últimos grandes musicales de la época dorada del género.

Aunque contribuyó a la evolución del cine musical desde un estilo decididamente moderno, su formación como bailarina comenzó en la danza clásica, lo que la permitió ser extraordinariamente dúctil, llegando a formar parte del Ballet Ruso. De esta guisa apareció flotando etérea de puntillas entre nubes de espuma en uno de los mejores números de "Ziegfeld Follies", una magnífica "stravaganzza" dirigida por Minnelli dedicada al célebre productor de revistas americano con la participación de las mayores estrellas musicales de la Metro.

Por algún motivo la productora vio en ella el prototipo racial de belleza latina, por lo que la convirtieron en mexicana de piel teñida interviniendo en una serie de títulos que servían a la política de buena voluntad con la vecina Sudamerica, junto a un juvenil Ricardo Montalbán. Dado que la guerra mundial había cerrado el mercado europeo, Hollywood entero volvió los ojos hacia los países latinos como público potencial. De este modo Ricardo y Cyd aparecieron como exótica pareja de baile en "Fiesta brava" y "En una isla contigo", concebidos a la mayor gloria de "la sirena" Esther Williams, así como en otros títulos que mostraban los tópicos latinos deformados al gusto americano, "Sombrero", "Me besó un bandido" y "El signo del renegado".

En este momento en el que su carrera se encontraba en un punto muerto llegó el milagro de "Cantando bajo la lluvia"... El impacto causado por su intervención en el filme la ayudo a formar parte de la escudería del célebre productor Arthur Freed, el mayor impulsor del musical marca Metro, responsable de los títulos más celebrados del género. Durante los siguientes años protagonizó una serie de filmes en los que su talento como bailarina y su magnifica belleza brillaron con luz propia haciendo historia. Se cimbreó en los brazos de Gene Kelly etérea como un sueño en "Brigadoon" y rabiosamente moderna en la crepuscular "Siempre hace buen tiempo" . Dio lecciones de clasicismo junto al gran Fred Astaire en "Melodías de Broadway" y "La bella de Moscú", remake en clave musical de la célebre "Ninotchka" interpretada por Garbo en 1939, haciéndonos olvidar a "La Divina" con su formidable talento para el baile.

Fuera del musical estuvo maravillosa sirviendo a los própositos del cine negro en "Chicago años 30", junto a un maduro Robert Taylor y participando del universo melodramático de Minnelli en "Dos semanas en otra ciudad", excelente filme sobre el mundo del cine en la línea de "Cautivos del mal", donde era la arpía ex mujer del director interpretado por Kirk Douglas, dispuesta a incordiar la vida de cuantos la rodean con sus malas artes.

Este título constituyó su última aparición importante...Tras protagonizar una serie películas intrascendentes, abandonó su carrera segura de que una figura de sus condiciones no tenía cabida en el panorama cinematográfico que se avecinaba, en el que la inocente magia de los musicales que interpretó había desaparecido para siempre.

En adelante se dedicó por entero a su familia. Era esposa del cantante Tony Martín con el que compartió uno de los matrimonios más longevos de Hollywod, vivieron juntos durante 60 años hasta el fallecimiento de la actriz, acaecido en el año 2008 a consecuencia de un ataque cardíaco.

Su importancia en el cine musical es incuestionable y su aportación al desarrollo del género imprescindible. Ella es una de las últimas grandes estrellas que escribieron con su baile páginas eternas, creando un lenguaje visual irrepetible, capaz de contar una historia con su danza, trasmitiendo cualquier sentimiento al compás de la música.

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