viernes, 29 de mayo de 2015

CON ACENTO ESPAÑOL... "CARMEN, LA DE TRIANA" ANDALUCÍA CON ACENTO ALEMÁN...


"Carmen, la de Triana" (1938) es una de las obras mejor terminadas del tandem Imperio Argentina-Florián Rey, el binomio actriz y director que dio al cine popular español sus mayores éxitos, logrando una proyección no alcanzada hasta entonces por nuestra cinematografía.

Tras el arrollador triunfo de "Morena Clara" (1936) y debido al estallido de la guerra civil española, Florián e Imperio viajan a Francia para rodar una versión musical de "La casta Susana", pero a consecuencia del conflicto bélico el proyecto se va retrasando hasta hacerse imposible de realizar. Encontrándose en París y sin trabajo, el matrimonio se traslada a La Habana donde Imperio es contratada para actuar en un teatro de la capital. Durante su estancia en Cuba reciben un telegrama desde Alemania en el que el propio Goebbels, ministro de propaganda del tercer reith, les invita a rodar una película en su país poniendo todos los medios a su servicio.

La pareja acepta el proyecto y cual es su sorpresa que a su llegada a Alemania son recibidos en audiencia privada por el propio Hitler, que se confiesa gran admirador de la artista española y hace los más encendidos elogios hacia su trabajo. Goebbels les propone realizar una versión de "Lola Montes", la amante de Luis II de Baviera, el rey loco, adaptada al clima político de la Alemania de la época, en la que la protagonista se enamoraría de un oficial de las juventudes nazis, en lugar del estudiante revolucionario del original. Ambos declinan el proyecto, alegando que solo se sienten preparados para rodar argumentos de neta raíz española. Es entonces cuando Florián propone realizar una versión de la Carmen de Prospero Merimée.

En los estudios berlineses de la UFA, el director se encuentra con todos los medios técnicos de los que carecía en España, sacan un extraordinario partido de ellos. Como ya venía demostrando en sus anteriores realizaciones, Florián poseía un pulso cinematográfico que se adaptaba de manera formidable al cine comercial, consiguiendo obras dignas en las que lo popular no estaba desprovisto de calidad. Magníficamente planificadas están las secuencias del cafetín, en las que los planos de la cantaora se intercalan con los del público, siguiendo de manera perfecta la linea dramática de la historia, o la escena de la seducción en casa de la protagonista con un juego de claro oscuros dominando una secuencia que culmina en un apasionado beso, rodado en un primer plano inolvidable, seguido de un largo fundido que nos sugiere la noche de amor vivida entre la gitana y el brigadier.

Una vez más Imperio es el alma de la película, y su esposo se encarga de levantar un monumento a su talento como actriz y cantante, en el cual brilla con luz propia. La estrella ofrece la que quizás sea su mejor interpretación en cine y una de las mejores creaciones de Carmen para la pantalla. A su lado la solidez de dos actores como Rafael Rivelles y Manuel Luna completando el triángulo amoroso en los papeles del militar y el torero.

Los números musicales de la película son una de las bazas fuertes del argumento, insertados con gran sabiduría para ayudar a avanzar la historia, aparte de permitir el lucimiento de la protagonista, a excepción de la plegaría que Carmen canta ante el féretro del torero que desinfla el dramatismo obtenido a través de unos efectos visuales de indudable belleza. Aún así números como "Los piconeros", "Antonio Vargas Heredia", "Carceleras del puerto" o "Triana" permanecen frescos e inmortales en la memoria de todo aficionado a la copla y al exquisito gusto de Imperio Argentina como cantante.

Paralelamente a la versión española, se rodó otra alemana titulada "Andalusische Nachte" (Noches andaluzas), con idéntica planificación a la de Florián y protagonizada igualmente por Imperio en el que la actriz actuaba y cantaba en lengua germana, junto a actores de esta nacionalidad. Para ello hubo de pasar tres meses con una profesora nativa aprendiendo y perfeccionando el idioma. El talento de la estrella le permitió salir airosa de tan dura prueba. Hoy en día tanto esta versión como las canciones grabadas en alemán, son algunas de las piezas preferidas por los coleccionistas de rarezas.

La película obtuvo en un enorme éxito, sin embargo la participación en este proyecto le produjo no pocos disgustos a la estrella en el futuro, ya que terminada la segunda guerra mundial fue acusada por los sectores progresistas de ser la amante de Hitler e incluso de procesar los ideales nazis. Imperio siempre se defendió de estas acusaciones alegando que ella era una artista y se limitó a trabajar allí donde la contrataron de forma ventajosa, como muchos otros actores exiliados de nuestro país durante la contienda civil.

Una dignísima cinta, imprescindible para conocer y entender la historia de nuestro cine y apreciar el trabajo de algunos de sus pioneros.

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