sábado, 31 de enero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "EL MAGO DE OZ" (1939) VICTOR FLEMING



Este delicioso musical, obra maestra del séptimo arte, constituye uno de los filmes más amados de su historia. Aunque en principio fuese planteado como un cuento para niños, la Metro confirió al proyecto una dimensión magnífica, convirtiéndolo en una fantasía para todo tipo de públicos, narrada de un modo delicioso y con una doble lectura muy interesante. Es difícil pensar que Dorothy cambie su rutinaria vida de granjera en Kansas por el mundo lleno de aventura y color de Oz.

Una película como solo Hollywood y su sistema de estudios, que reunía a los mejores profesionales bajo contrato, podía ofrecer en aquellos años. Cada una de sus imágenes está impregnada de la magia del mejor cine... Dirección, interpretación, vestuario, fotografía, música, puesta en escena... Todo encaja en un engranaje perfecto, que la eleva a la categoría de los grandes clásicos.

La Metro estaba obsesionada por conseguir a la actriz infantil Shirley Temple para interpretar a la protagonista, pero la Fox se negó en rotundo a prestar a su estrella más rentable a un estudio rival, con lo que la balanza se decantó por una adolescente de 16 años que tenían bajo contrato llamada... Judy Garland. Tras el estreno de la película Judy se convirtió en una de las mayores estrellas del estudio, iniciando su leyenda como máxima figura del espectáculo americano. La elección de Garland benefició enormemente a la cinta, ella es la máxima responsable de que se siga manteniendo fresca y moderna, gracias sobre a su formidable talento como actriz y cantante.

Como ocurrió con otras obras maestras, tuvo un rodaje difícil y accidentado. Hubo que cambiar a los actores protagonistas en diferentes ocasiones debido a las alergias producidas por los pesados y complejos maquillajes, generando distintas paradas y aplazamientos. La actriz Margaret Hamilton que interpretaba a la inolvidable "bruja mala del Oeste", a punto estuvo de perder el rostro en la escena que desaparece entre llamas, sufriendo importantes quemaduras por el cobre del que se componía su maquillaje verde, que le obligaron a pasar seis semanas en un hospital.

La elección de Victor Fleming como realizador fue muy discutida en la época, ya que se le consideraba un director muy rudo, más apto para argumentos masculinos que para un título de estas características. Sin embargo Fleming adoraba el proyecto y quería llevarlo a cabo sobre todo porque la historia era una de las favoritas de sus hijas. Aunque a él se debe la mayor parte del metraje, intervinieron al menos de forma extra oficial otros tres directores. Richard Thorpe, King Vidor y George Cukor se hicieron cargo de distintas partes de la historia. Vidor rodó casi toda la parte en blanco y negro y a George Cukor se debe la imagen final de la protagonista. Antes de su llegada Dorothy era una especie de vampiresa, maquillada como un cromo y con alucinante peluca de bucles rubios. Cukor se encargó de lavarle la cara y dar a la niña ese aspecto inocente y despreocupado que luce en la copia final.

Destacar como anécdota que la balada "Over the rainbow", auténtico alma de la película e hilo conductor del argumento, estuvo a punto de desaparecer en el montaje definitivo, ya que los productores consideraban excesivo el metraje de la cinta y pensaban que ralentizaba la historia. La testarudez del productor Arthur Freed salvó de la quema una canción, que hoy en día está considerada entre las más emblemáticas del siglo XX y piedra angular del repertorio de Judy Garland.

El éxito del filme fue enorme, pero dados sus elevados costes, derivados principalmente del uso del Technicolor y los retrasos provocados durante la producción, tardó casi una década en recuperar la inversión empleada, lo cual no impidió que se convirtiese con los años en una de las obras más influyentes del cine americano. Obtuvo cinco nominaciones a los Oscars de 1939, incluido el de mejor película, pero aquel año era imposible competir con la arrolladora fuerza de "Lo que el viento se llevó" que acaparó todos los galardones importantes. Finalmente se llevó las estatuillas a la mejor canción para "Over the rainbow" y la mejor música original, además Judy Garland fue premiada con un "Oscar especial" fuera de competición "por su sobresaliente actuación como actriz juvenil".

Una obra redonda que sigue ganando adeptos a cada nueva reposición (recientemente fue editada en formato 3D para pantalla grande). Imposible no dejarse llevar por el encanto de sus imágenes levantándonos del asiento para acompañar a Dorothy en su viaje "sobre el arco iris"...

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