domingo, 18 de enero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "QUO VADIS" (1951) MERVYN LE ROY


Sin duda alguna es uno de los mayores exponentes del "cine de romanos". El éxito obtenido por la película marcó el inicio de un filón en Hollywood que culminó con la espléndida "Cleopatra" de Mankiewicz, el último título importante del subgénero en la época dorada.

La Metro Goldwyn Mayer comenzó a gestar este proyecto a principios de los años 40, aunque el parón que supuso la Segunda Guerra Mundial, impidió que se llevase a cabo en ese momento. Lo retomaron a finales de la década y se marcharon a Italia con el fin de abaratar los costes de producción aprovechando los fondos congelados que la compañía tenía en aquel país, rodando la película en los estudios romanos de Cinecittá, con resultados magníficos. La puesta en escena es aún hoy en día sorprendente... Espectaculares decorados, miles de extras, sensacional reparto...  Antológicas resultan las escenas del incendio de Roma o el martirio de los antiguos cristianos en el Circo, rodadas con la sabiduría dramática del maestro Mervyn Le Roy, uno de los grandes artesanos de Hollywood.

El elenco del filme es extraordinario. Inicialmente la productora quería contar con Gregory Peck y Elizabeth Taylor para los papeles protagonistas, de hecho la bella entre las bellas llegó a someterse a unas pruebas de cámara vestida y peinada para el personaje, pero aquello no llegó a resultar. Intentaron también llegar a un acuerdo con el británico Stewart Granger, el aventurero por antonomasia de la década, que tampoco fructificó. Finalmente fueron Robert Taylor, el actor que en el arranque de la producción a principios de los 40 había sido seleccionado para el rol protagonista, y una etérea y bellísima Deborah Kerr, que acababa de llegar a la Meca del Cine de su Inglaterra natal pisando fuerte, los que se hicieron cargo de los papeles de la dulce y virginal Ligia y el aguerrido y temperamental Marco Vinicio, centurión romano al que el amor de Ligia convierte a la fe cristiana. Aunque quién realmente se llevó "el gato al agua" fue el brillante Peter Ustinov dando vida al Emperador Nerón, enloqueciendo a crítica y público con su excelente interpretación. Igualmente magnífico se muestra el gran secundario Leo Genn en el papel del cínico y mordaz Petronio. Como nota anecdótica destacar que entre la multitud de extras que participaron en la película se encontraba una desconocida Sofía Loren, en el inicio de su meteórica carrera.

Fue nominada para ocho Oscar, entre los que se encontraban los correspondientes a la mejor película y actor secundario para Ustinov y Leo Genn, aunque finalmente no obtuvo ninguna estatuilla. No obstante se alzó como la gran triunfadora de aquel año en taquilla, recaudando más de 12.500.000 de dólares de la época.

Un ejemplo de buen cine que se mantiene tan vivo y espectacular como el día de su estreno, modelo de las mejores virtudes del "sistema de estudios", cuando Hollywood era considerada la fábrica de los sueños...

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