martes, 27 de enero de 2015

FILMOTECA CLÁSICA... "SANSÓN Y DALILA" (1949) CECIL B. DE MILLE


Célebre tebeo bíblico filmado por el especialista en el género Cecil B. De Mille. Sin ser una película excepcional, se alza como un soberbio espectáculo bien dirigido y con un irresistible encanto trasnochado, que contiene todas las virtudes y defectos del cine de su realizador, alcanzando cotas muy altas de entretenimiento.

De Mille tenía un gran talento para adaptar argumentos del Mundo Antiguo sin ninguna fidelidad histórica pero con un gran sentido del espectáculo y fuertes dosis de erotismo. Ese sexto sentido que le permitía conocer el gusto del espectador le ayudó a convencer a los productores a financiar el film. Al parecer los ejecutivos de la Paramount no estaban muy convencidos de las posibilidades en la taquilla de una historia bíblica en una época en que el mundo había perdido su inocencia, tras la terrible experiencia que supuso la segunda guerra mundial. El director les presentó unos bocetos en los que se mostraba a una heroína medio desnuda junto a un fornido atleta de la misma guisa, ambos en una actitud abiertamente sexual, a lo que los recelosos inversores contestaron: "¡Ah, es esto! ¡Adelante fílmelo!".

La película hizo mucho por la consagración de Victor Mature como estrella del género. Mature fue siempre un actor mediocre de rostro hierático e inexpresivo, pero por alguna razón el público relacionó aquella máscara y su fabulosa envergadura física con la historia antigua, por lo que su carrera se desarrolló en adelante entre corazas y clámides interpretando griegos, egipcios, romanos o cartagineses a partes iguales. No obstante el personaje de Sansón llegó de rebote a las carnes de Mature, ya que la primera opción se decantaba por el musculoso e infinitamente más atractivo Steve Reeves, que se convertiría en el rey del Peplum años más tarde en Italia tras interpretar a "Hércules".

El filme, sin embargo, pertenece casi por entero al hechicero erotismo de la protagonista femenina, la bellísima e inexpresiva Hedy Lamar, que si bien nunca se caracterizó por ser algo que se pareciese a una actriz, fue una de las más hermosas muñecas del artificio creadas por el Sistema de Estudios Americano. Dalila es sin duda alguna su papel más recordado y su último rol importante en la pantalla.

Tal y como había imaginado el avispado director la película obtuvo un éxito extraordinario recaudando cerca de onde millones de dólares, convirtiéndose en el filme más taquillero del año. El sabio cóctel de aventuras, erotismo, lujo e historia funcionó a las mil maravillas poniendo de moda el género bíblico, con lo que la pantalla se llenó durante los siguientes años de grandiosos espectáculos cada vez más impresionantes.

La Academia de Hollywood premió la sabiduría cinematográfica de De Mille con dos estatuillas menores, correspondientes a la mejor decoración en color y vestuario en color. De existir entonces esta categoría, el filme hubiese ganado sin duda el Óscar a los mejores efectos especiales, ya que los minutos finales en los que Sansón hecha abajo el templo Danita, sepultando a todos sus enemigos, son absolutamente memorables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario